Escrito por Iveth Castillo.
El trastorno de la fluidez, también llamada balbuceo o tartamudez, es un trastorno del habla que conlleva problemas frecuentes y considerables de fluidez normal y de continuidad del habla. Las personas que tartamudean saben lo que quieren decir, pero tienen dificultades para decirlo. Por ejemplo, pueden repetir o prolongar una palabra, una silaba, una consonante o una vocal. O bien, es posible que hagan pausas mientras hablas porque han llegado a una palabra o sonido problemáticos.
La tartamudez es frecuente en los niños pequeños como aspecto habitual del aprendizaje del habla. Es posible que los niños pequeños tartamudeen cuando sus capacidades del habla o del lenguaje no se han desarrollado lo suficiente como para seguir el ritmo de lo que quieren decir. La mayoría de los niños supera esta tartamudez del desarrollo.
Sin embargo, a veces, la tartamudez es un trastorno crónico que persiste hasta la adultez. Este tipo de tartamudez puede afectar la autoestima y las interacciones con otras personas
Los signos y síntomas del tartamudeo comprenden:
- Dificultad para comenzar una palabra, frase u oración
- Prolongación de una palabra o sonido dentro de una palabra
- Repetición de un sonido, silaba o palabra
- Silencio breve para ciertas silabas o palabras, o pausas dentro de una palabra (separación de palabras)
- Uso de palabras adicionales como "eh..." en caso de dificultad para continuar con la siguiente palabra
- tensión excesiva, rigidez o movimiento de la cara o la parte superior del cuerpo para pronunciar una palabra
- Ansiedad por hablar
- Capacidad limitada para comunicarse efectivamente
- Parpadeo rápido
- Temblor de los labios y la mandíbula
- Tics faciales
- Movimientos de cabeza
- Puños cerrados
- Anomalías en el control motor del habla. Algunas pruebas indican que pueden intervenir anomalías en el control motor del habla, como la coordinación temporal, sensorias y motora.
- Genética. El tartamudeo tiende a ser hereditario. Aparentemente, la tartamudez puede producirse a causa de anomalías hereditaria.
- Problemas para comunicarse con los demás
- Sentirse ansioso al hablar
- No hablar o evitar las situaciones que requieren del habla
- No participar ni tener éxito en el plano social, escolar o laboral
- Ser objeto de intimidades o burlas
- Baja autoestima
- Dura mas de seis meses
- Ocurre simultáneamente con otro problema del habla o del lenguaje
- Se vuelve mas frecuente o continua a medida que el niño crece
- Ocurre con tensión muscular o dificultad perceptible del habla
- Afecta la capacidad de comunicarse eficazmente en la escuela, en el trabajo o en las interacciones sociales
- Causa ansiedad o problemas emocionales como miedo o rechazo de situaciones en las que se debe hablar
- Comienza en la adultez