Antes de comenzar a leer ¿Sabes tú qué son los Trastornos Disociativos? Si tu respuesta ha sido negativa, déjame explicarte un poco acerca de ellos.
Los trastornos disociativos se caracterizan principalmente por una interrupción y/o discontinuidad en la integración normal de la conciencia, la memoria, la identidad propia y subjetiva, la emoción, la percepción, la identidad corporal, el control motor y el comportamiento. Y muchos de estos trastornos disociativos pueden aparecer con frecuencia como consecuencias de un trauma.
El trastorno de identidad disociativo antes era denominado trastorno de la personalidad múltiple, este es un trastorno de identidad disociativo que se caracteriza por la existencia de dos o más identidades (también llamados estados mentales o estados de personalidad) muy diferentes entre sí, que controlan el comportamiento del individuo de manera alternada.
Como se mencionó antes, algo que es característico del TID (trastorno de identidad disociativo) es la presencia de dos o más estados mentales. Sin embargo, la manifestación o no de estos estados de la personalidad varían en función de la motivación psicológica del individuo así como del nivel actual de estrés, la cultura, los conflictos internos y dinámicos y la tolerancia emocional.
De este modo quien padezca este trastorno pude comportarse y expresarse como si fuera personas diferentes según el estado mental que posea el control. Por otra parte, algo muy importante para mencionar, es que la persona o individuo es incapaz de recordar información importante de algunas de las identidades coexistentes.
Entonces, para detallar un poco mejor las características esenciales de este trastorno son las siguientes:
- Presencia de dos o más estados de la personalidad.
- Episodios recurrentes de amnesia.
- Alteraciones del sentido de sí mismo.
- Cambios dispares de la personalidad.
- Síntomas neurológicos funcionales intermitentes.
Para poder hacer un adecuado diagnóstico de este trastorno es necesario que el paciente cumpla con los criterios que se mencionan en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).
- Perturbación de la identidad que se caracteriza por dos o más estados de la personalidad bien definidos.
- Lapsos recurrentes en la memoria de acontecimientos cotidianos, información personal importante y/o sucesos traumáticos incompatibles con el olvido ordinario.
- Los síntomas causan malestar clínicamente significativos o deterioro en lo social, laboral u otras áreas del funcionamiento.
- Los síntomas no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia.
¿Cuándo y por qué aparece este trastorno?
El desarrollo y curso para este trastorno de identidad disociativo esta relacionado a experiencias abrumadoras, eventos traumáticos y/o abuso en la niñez. El trastorno completo se puede manifestar por primera vez casi a cualquier edad (desde la más tierna infancia hasta la vejez).
¿Existe riesgo de suicido en este tipo de trastorno?
Estudios realizados en Estados Unidos demostraron que un 70% de los pacientes diagnosticados con este trastorno han intentando suicidarse; con frecuentes intentos y presencia de conductas autolesivas. La evaluación del riesgo de suicidio se complica cuando existe en el individuo amnesia para el anterior comportamiento suicida o cuando la identidad que se presenta no tiene ideas suicidas y el sujeto no es consciente de lo que hacen las otras identidades disociadas.
¿Hay consecuencias funcionales?
En definitiva, el deterioro varía ampliamente. Independientemente del nivel de discapacidad, las personas con TID comúnmente tratan de minimizar el impacto de sus síntomas disociativos y postraumáuticos. Los síntomas de los individuos con un TID muy desarrollado tienen consecuencias e impacto en sus relaciones amorosas, matrimonio, funciones familiares, crianza de los hijos y en los ámbitos sociales y laborales.