Cuando un individuo comienza a presentar el Trastorno de Ansiedad Generalizada es posible que presente las siguientes señales de advertencia.
2. Es difícil controlar la preocupación.
3. La ansiedad o preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes.
- Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
- Facilidad para fatigarse.
- Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Problemas de sueño.
4. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos, causan malestar clínico o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes.
¿Cuál es el curso en el que aparece este trastorno?
Quienes padecen este trastorno expresan que han sentido ansiedad y nerviosismo toda su vida. Según el DSM-5 la edad de inicio de este trastorno de ansiedad generalizada es de 30 años; sin embargo se puede extender a lo largo de un amplio rango. La edad media de aparición es más tardía que la de otros trastornos de ansiedad. El inicio de este trastorno rara vez ocurre en la adolescencia. Los síntomas de la ansiedad generalizada tienden a ser crónicos y oscilantes durante toda la vida.
Consecuencias funcionales del trastorno de ansiedad generalizada
La preocupación excesiva que llega a sentir una persona con este trastorno perjudica a la capacidad para hacer las cosas de manera rápida y eficiente, ya sea en casa o en el trabajo. La preocupación que sienten les consume tiempo y energía, y los síntomas asociados, como la tensión muscular y la sensación de excitación y nerviosismo, el cansancio, la dificultad para concentrarse y los trastornos del sueño, contribuyen al deterioro.
1. La ansiedad apaga el cerebro racional.
2. La mayoría de las preocupaciones que se pueden llegar a sentir no se hacen realidad.
3. Existen dos tipos de ansiedad: una adaptativa que tiene como objetivo protegernos de los peligros que pueden hacernos daño o generar sufrimiento y una irracional, se percibe como una amenaza a algo que en realidad no lo es y ante lo que nos sentimos incapaces de hacer frente.
4. Autoengaño de que todo es importante cuando se padece de ansiedad.
5. Evitar cualquier estimulo o situación en realidad aumenta la ansiedad no la disminuye.
6. La ansiedad tiene máscaras, en ciertos casos la ansiedad se puede esconder detrás de algunas emociones como la tristeza, la ira e inclusive el dolor.
7. Si se cultiva el sentido de esperanza ante la ansiedad podemos reducir hasta cierto punto nuestra ansiedad.
8. La autoexigencia es una de las principales causas de generar ansiedad.
